La atmósfera de lo posible

Sale de la cama y se regala un cuento, estropea las expectativas que otros hayan puesto sobre ella y desafía todos los objetos; en el comienzo de mi ceja en el ceño de mi frente en el reflejo de mi iris, ella mira durante siete segundos la calma de mi ombligo recostado sobre su piel de ensueño mis manos frías su cabello dañado mi vida intensa; sale a caminar, mientras me piensa en esta mañana de sábado, mate caliente y pan tostado con miel, y mientras me piensa ella es la miel, en la desesperación del incomprendido en la cima de una raíz en la incertidumbre de un cielo gris, y lo mejor del paisaje camina con ella porque es ella, y si no me necesita es porque sabe que nunca me tendrá, pero su sonrisa hace arder el fuego, su corazón late con el miedo que solo provoca el deseo, siempre con una mínima potente vital carga de imposibilidad; sube a su bicicleta y su torso se desplaza libre por diversas locaciones, un plano secuencia que será el primero el único en mi película de su vida, si ella me quiere poco es para poder quererme más, compara cómo podría ser conmigo y cómo fue con los otros para que al fin a ninguna se le rompa el corazón, y menciona su nombre más de una vez para no creerse poco, y recuerda que solo es dueña de la atmósfera de lo posible, que su libertad existe en cuentagotas, y que no serán los cuerdos quienes traigan novedades; entonces rompe en llanto, y el pecho avergonzado de permanecer se vacía de aire vivo, deja caer lágrimas como quien suelta el peso del compromiso y se entrega al fluir de su historia, en la palabra amor lee mi nombre, y anticipa ese dolor que más tarde le dirá ya sabía que esto iría a pasar; camina sobre las hojas secas del árbol de otoño y toma algunas con criterio pasional, algo que nunca tiene explicación, y ahora camina tan deprisa que el sol quisiera mirarla, y así descubre que no necesita ningún rayo que no surja dentro de sí, porque la vida del amor le da a la vez pereza y entusiasmo, temor y deseo, plenitud y desdicha, por lo que alimenta sus causas, olvida las mías, y hace lo imposible para no recordar mi nombre.

Publicado en la antología "Letras y Cine", Azul Francia Editorial, 2018

Comentarios

Entradas populares